martes, 15 de abril de 2014

La ultima luna...

Como ya se habrán enterado, ayer fue el primer eclipse lunar del año, al parecer tendremos dos en el 2014 y otros dos el próximo año.

La gente ya está hablando de señales apocalípticas y el fin del mundo, pero creo que lo mas importante es disfrutar de estos espectáculos naturales que Dios nos permite ver.

Como siempre, me entere del eclipse lunar a última hora y por casualidad, pero me propuse verlo. Salí al jardín a buscar un buen lugar para hacer fotos, coloque el trípode y contemple el cielo por mas de 4 horas.

La luna lucia preciosa y las sombras arrojadas sobre ella permitían contemplar su forma esférica y su superficie accidentada, es increíble como la luz transforma la percepción que tenemos de los objetos.

Nunca me había detenido a contemplar un evento como este, pero después de anoche estoy seguro de que pondré mas atención a lo que sucede en nuestra bóveda celeste.

Aquí les dejo algunas imágenes del eclipse, y les animo a que no se pierdan los tres que siguen.










sábado, 12 de abril de 2014

Hacienda San Luis de Carpizo…

Después de la estancia en la ciudad de Campeche, regresamos a casa, pero en el camino pasamos por la Hacienda San Luis de Carpizo y decidimos detenernos para ver si era posible visitarla.

Ubicada en el municipio de Champotón, esta hacienda perteneció a una acaudalada familia durante la época de explotación de henequén, se considera que fue construida en el siglo XVIII y que sirvió como albergue para los esclavos de las plantaciones. Hoy en día pertenece a la Secretaría de Marina de México, y alberga a la escuela de infantería de marina desde 1999.

La Armada de México estuvo encargada de la restauración de la mayor parte del complejo arquitectónico que conformaba a la hacienda original. El trabajo de reconstrucción y rehabilitación de las instalaciones ha sido estupendo, y según nuestro guía asignado estas labores se llevaron a cabo en tan solo ocho meses, solo con un ejército trabajando es posible esta obra faraónica.

Para acceder a este recinto es necesario pedir autorización en el acceso a la Escuela de Infantería ubicado sobre la carretera, nos comentaron que los mejores días para visitar son los fines de semana, cuando la mayor parte del personal está en su tiempo de descanso.

Una vez que se autoriza la entrada, es necesario adentrarse en el terreno de la hacienda hasta llegar a lo que era el casco de la misma, allí el visitante es recibido por personal de la Marina quien le guía en todo el recorrido.







Nuestro guía fue muy amable, nos habló de la historia de la hacienda, de la rehabilitación de los espacios y contesto nuestras preguntas sobre la vida en la Marina. Además nos explicó sobre los entrenamientos  y métodos de enseñanza que utiliza la Marina para capacitar a sus integrantes.








Entre las cosas que me parecieron muy interesantes se encuentran el simulador virtual de tiro para que no desperdicien municiones y el sistema de entrenamiento para paracaidistas, donde se va aumentando gradualmente  el nivel de complejidad, primero se les enseña a saltar en tierra, para después aumentar  la altura de salto y por último se les coloca en una cabina suspendida en la que puedan experimentar la inestabilidad de un helicóptero en movimiento.



El complejo también cuenta con un museo en el que se expone la transformación de las instalaciones y los objetos encontrados durante las labores de restauración.







Fuera de los límites de la escuela se pueden observar  construcciones que aún no han sido restauradas y que muestran el aspecto de la hacienda antes de la intervención de la Armada.






Esta visita vale la pena para conocer este espacio que forma parte de la historia de la Península de Yucatán, así como informarse de las labores que realizan nuestras fuerzas armadas.

Unos días en Campeche...

Hace unos días estuve en la capital campechana por compromisos y tramites, pero aproveche para hacer un poco de turismo y me sorprendió mucho el cambio que ha sufrido la ciudad.

No visitaba Campeche desde hace más de un año, pero he escuchado que la ciudad ha experimentado una gran transformación la cual tiene como finalidad mejorar la oferta turística y cultural. Además, la proyección que se la ha dado mediante la novela de Televisa titulada “Lo que lavida me robó” parece haber favorecido a la imagen de la ciudad en el resto del país.

Para los que no conozcan Campeche, he de informarles que esta es una hermosa ciudad ubicada en la península de Yucatán, en la costa del Golfo de México. Es muy conocida por sus murallas, las cuales fueron construidas para defenderla de los ataques de piratas durante la época de la Colonia. Por este lugar pasaron piratas como William Parker, Francis Drake, Jacobo Jackson, Henry Morgan, Eduard Mansvelt, Lorencillo, Cornelius Jol, entre otros, cuyos ataques han dejado muchas historias y leyendas en la ciudad.

Hoy en día se han propuesto la reconstrucción de la totalidad de dicha muralla, obra que ha dado mucho de qué hablar y de la cual aun se tienen muchas dudas en cuanto a los beneficios que aportará a la ciudad, pero dentro de poco se podrá contemplar esta fortaleza como en sus inicios.

Lo que no se puede negar es que el centro histórico de la ciudad es precioso, la restauración de muchas de las antiguas casas que se encontraban dentro de la ciudad amurallada ha ido cambiando la imagen de la ciudad desde hace años y ha revivido esta zona la cual se ha llenado de tiendas, restaurantes, hoteles boutique y espacios culturales.







Entre las cosas que más me gustaron fue la transformación de la calle 59, la cual ahora es peatonal y en la cual se pueden encontrar cosas muy interesantes.

Uno de los hallazgos en esta calle fue el Mercado de Arte ubicado en Casa San Pablo en el cual se pueden encontrar trabajos de artistas de la región. La casa es muy bonita y las piezas son interesantes, aunque la distribución es un poco extraña, pero permite tener contacto directo con las obras de los creativos campechanos.




En esta calle también se puede disfrutar de la exposición escultórica titulada “Leonora Carrington y sus personajesfantásticos”, en la cual se pueden observar piezas de esta artista inspiradas en la mitología celta, la literatura cabalística y la psicología. La muestra se extiende a otras partes del centro de la ciudad y podrá ser vista hasta Mayo.







Otra exposición que vale la pena ver es “Figuración Escultórica” que se encuentra en el centro cultural El Claustro, cuyo acceso está sobre la calle 12. Las piezas expuestas son parte de la colección “Pago en Especie”, la cual pertenece a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y ha sido integrada desde que el expresidente Luis Echeverría  permitió en 1975 que los artistas plásticos realicen el pago de sus impuestos con sus propias creaciones. Este centro también cuenta con una sala de teatro en el cual se puede disfrutar de montajes realizados por artistas locales.





La calle 59 también alberga a diferentes restaurantes en los cuales se pueden disfrutar platillos regionales e internacionales. Esta vez el elegido fue el restaurante de “Casa Don Gustavo”, este es un hotel boutique que recrea espacios de un antiguo hogar durante el Campeche del siglo XVIII.  El restaurante está ubicado en el patio interior de la casa y su oferta son platillos de cocina creativa realizados con productos de la región. Los platillos degustados en esta ocasión fueron el dip de crema de ajo con manzanas y chile xcatic, crema de chaya, steak de camarón y salmón con salsa de almendras, todo buenísimo.






Para el postre lo que recomiendo son los helados de “La Brocha”, esta es una heladería que tiene unos 20 años produciendo productos realmente deliciosos. Los helados son fabricados por el dueño de forma artesanal y ofrecen una amplia gama de sabores, algunos de ellos muy innovadores. Existen dos puntos de venta, uno se localiza en la calle 67 y otro en el Barrio de San Román, frente a la iglesia del Cristo Negro.




Desde Campeche se pueden realizar excursiones a lugares cercanos, como la zona arqueológica de Edzná, en donde es posible recorrer todo el complejo durante el día, y en la noche disfrutar del espectáculo de luz y sonido titulado "La luz de los itzáes". Esta vez solo asistí al espectáculo nocturno, en el cual se relata la historia de Edzná y se iluminan las construcciones de diversos colores, todo esto rodeado de selva y con el firmamento estrellado como techo.



Mi visita a Campeche fue muy agradable y me quede con ganas de más, por lo que espero volver pronto para disfrutar de los eventos culturales que están realizando, así como seguir siendo testigo de esta transformación que aun dará mucho de que hablar.