Hace unos
tres años (como pasa el tiempo) me propuse renovar el equipamiento de mi librería,
el proyecto ha mutado tantas veces que ya no se a cual archivo hacer caso.
Cuando por fin me decidí a lanzar un prototipo se presentaron nuevos proyectos
que me hicieron dejar todo en espera, ya que como me encantan los retos, he decidido hacerlo con mis propias manos.
Este año
me he propuesto poner en marcha todo aquello que he dejado a un lado sin
concluir, por lo que mi proyecto de renovación fue desempolvado,
literalmente. Además, necesito espacio en
el taller para nuevas cosas que también deben continuar, así que es necesario
que todo lo que esta almacenado se vaya moviendo a su lugar final.
Durante
los últimos tres meses he ido trabajando en varias cosas que tenia planeadas
para este proyecto y por fin he llegado a aquel prototipo de exhibidor que
estaba olvidado en aquel rincón esperando que alguien lo armara. El resultado
me gustó y ya estoy trabajando en el resto del equipamiento.
Aquí les
muestro el resultado de transformación del espacio, al cual ya le urgía una
intervención por que madre mía daba penita. Aún queda bastante por trabajar,
pero estoy feliz de que ya estoy en ello.