Hace
algunos meses apareció un helecho en uno de mis semilleros y ha ido creciendo
lentamente, pero llegó el momento en que debía cambiar de lugar , así que
comencé a buscarle una nueva casa.
Buscando
opciones de macetas para el amigo helecho me topé con un florero de vidrio que
había llegado a casa como base de un arreglo floral de esos que adornan las
mesas en las bodas, y como la novia dijo a los invitados que se podían llevar
los arreglos terminó decorando el
comedor.
El florero
estaba pintado de color dorado, lo cual no me emocionaba en lo absoluto, por lo que me di a la labor de
quitarle la pintura con jabón, una esponja, mis uñas y mucha paciencia. Si
alguna vez tienen que hacer algo similar les recomiendo remojar el objeto por
un tiempo para que la pintura se reblandezca un poco y sea más fácil removerla,
yo como buen desesperado no lo hice y me costó más tiempo, así como esfuerzo y
uñas.
Después de
algunos días, por fín logré quitar la pintura. Hay que considerar que no me
dedicaba todo el dia a eso, pero al menos dos películas si me vi durante el
proceso, pero como a mi me encantan quitar pintura no sentí el tiempo.
El
siguiente paso fue pintar nuevamente el florero. Ya se que es de locos quitar
la pintura para volver a pintar, pero yo quería dejar una parte transparente y
la otra en color, por que además el florero estaba manchado en su interior por
el agua que había contenido.
Decidí
usar las pinturas de la marca AMERICANA, las cuales he descubierto que son una
maravilla. Usé la linea SATIN que tiene un acabado con un ligero brillo y la textura suele ser bastante tersa. Para
este proyecto escogí los colores blanco
y césped verde.
Después de
este largo proceso tenia lista mi nueva maceta para trasplantar el helecho y ya
no podía esperar más, así que procedí a colocar el helecho en su nuevo hogar.
Quedé muy
contento con el resultado y me gusta mucho ver al helecho en su nuevo lugar en
la casa. ¿Ustedes que opinan?