Ya sé que ha pasado mucho tiempo desde mi última publicación
en este blog, pero es que he estado muy ocupado y no me alcanza la vida. Han
sido meses de mucho trabajo y actividades absorbentes, por lo que necesitaba
unas vacaciones. Ya sé que para muchos la palabra vacaciones significa tirarse
en una playa o simplemente no hacer nada, pero para mí este periodo de
desconexión tiene que relacionarse con algo que el mundo llama “CULTURA”.
Definir el concepto
de cultura es muy complicado, para esta palabra la RAE da varias definiciones
entre las que se encuentran:
2.- Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
3.- Conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.
Ernesto Piedras de Nomismae Consulting va más allá y asegura
que “todo es cultura”, y que su valor es igual a todo lo producido por una
sociedad. Sin embargo, parece que los pueblos no sabemos gestionar correctamente
nuestra cultura y explotarla correctamente en el marco económico. Hay encuestas
que dicen que en México, la cultura ocupa el cuarto lugar en el listado de
industrias que generan ingresos al país.
Bueno, la cosa es que la semana pasada me fui a un retiro
cultural titulado “1er. Congreso de Gestión Cultural y Economías Creativas”, el
cual se llevó a cabo en la ciudad de Mérida, Yucatán. Este evento fue organizado
por el Ayuntamiento de Mérida, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la
Universidad de Zaragoza España, y el CONACULTA. Fue concebido como parte del
Master Internacional en Gestión de Políticas y Proyectos Culturales que imparte la UADY, pero la
convocatoria se abrió a todos los interesados en el tema.
Yo me enteré por casualidad del evento durante un viaje a
Mérida, y no dudé en apuntarme inmediatamente. Personalmente ha sido de gran
ayuda para entender mejor el panorama de los proyectos culturales en México y a
nivel internacional, al mismo tiempo que me ha permitido conocer a personas de
diferentes partes del territorio nacional que están trabajando en diferentes
niveles del gobierno y la sociedad para generar cambios a través de la gestión cultural.
Durante los cinco días que duró el Congreso se llevaron a
cabo conferencias, mesas de trabajo y talleres, todo muy bien organizado, y
aunque se han quejado por la distribución de las sedes, creo que el equipo
encargado del Congreso hizo una labor excelente. Fueron días de mucha
actividad, demasiada información para intentar asimilar y de una invaluable retroalimentación
por parte de cada uno de los asistentes.
Entre los temas que más me impactaron se encuentran la “Agenda21 for Culture” y los retos que enfrentaremos en la “Agenda post 2015”, hay
muchas cosas que los gobiernos tienen que trabajar para conseguir que la
cultura sea considerada como pieza fundamental en cada uno de los proyectos
para el desarrollo a nivel mundial, y no como un tema a parte. También me pareció
muy interesante el programa “Paralelo 9mx”, con el cual se sigue trabajando
para que las instituciones públicas trabajen en conjunto con los creativos. Me
gustó mucho la ponencia y el taller de la Mta. Marcela Jiménez López de la
Secretaria de Cultura del Gobierno del DF, y me quedo con su gran propuesta de
que los creativos necesitamos dejar a un lado el miedo a que nos roben las
ideas y atrevernos a colaborar entre nosotros, todos necesitamos de la ayuda de
los otros.
Da
gusto enterarse de los proyectos que se están llevando a cabo en diferentes
partes del país, intentando conseguir que la sociedad tenga contacto con temas
culturales y que permiten que conecten con culturas de otras partes del mundo. Entre
estos proyectos me pareció genial la labor de Santiago Salvador del Monte,
quien es uno de los promotores del Festival ARTSahara-México, que se lleva a
cabo en el DF, siendo este el primer año de su realización. Otro proyecto super
interesante es el de José de Jesús Vázquez , quien junto con otros habitantes de
Ixtapaluca, intentan transformar la problemática social de los jóvenes de la
zona mediante talleres para la realización de documentales. Por su parte, la
diseñadora industrial Andrea Ruiz está realizando su labor para influir en los hábitos de su
localidad actual a través de “El imaginario”, una galería y escuela de diseño y joyería, ubicada en Poza Rica, Veracruz. Todos
ellos son una gran inspiración y ejemplo de que se pueden lograr cosas mediante
proyectos culturales.
Felicito a todos los que hicieron posible el Congreso, y gracias a las instituciones que nos permitieron participar en este evento. Ahora solo nos queda poner en práctica lo aprendido y las ideas generadas, que de aquí al próximo Congreso hay muchas cosas por hacer.
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