Saludos a
todos, y gracias a los que han revisado el blog en esta larga temporada de
quietud. He estado muy ocupado con múltiples actividades,
intentando reorganizar mi vida y adaptándome a mi entorno. Aún sigo trabajando
en ello.
Desde hace
meses estaba convencido de que ya había sido absorbido por un agujero negro
llamado monotonía y cuando comenzaba a resignarme, la vida me ha vuelto a
sorprender.
Cinco días
atrás me embarque en una nueva aventura, no me he casado, ni nada por el
estilo, pero si me han robado el corazón.
Algunos ya
conocen la historia, pero para los que se han enterado les pondré al día.
El
miércoles por la mañana me encontraba profundamente dormido cuando comencé a escuchar que mi perro ladraba sin parar, y era tal su insistencia que decidí salir al patio a ver que le
pasaba. Pensé que sería algún gato, o una iguana que había encontrado, pero sorpresa
sorpresa. Al acercarme a él observe que le ladraba a un bola de pelo castaño que
se encontraba empapada y aterrada. Como
no se le encontraba forma supuse que era una ardilla.
Cogí al
perro y le lleve dentro de casa para poder quitarle la presa. Al volver al
lugar donde se encontraba “la cosa”, vi que se movía y se ponía de pie llorando,
para mi gran sorpresa lo que tenia frente a mí era un cachorro canino.
Fue algo
totalmente inesperado, ya que no hay forma de que un animal de este tipo llegue
al patio de casa si no es de forma aérea. Supongo que alguien decidió lanzarlo
desde la calle, lo que me molestó mucho. Había llovido durante casi toda la
noche anterior, y yo había escuchado un perro llorando, pero nunca pensé que
estuviese en mi territorio.
Le recogí
con una toalla y le lleve dentro. No tenia ni idea de cuanto tiempo podría
tener este cachorro y no sabia que hacer, lo único que se me ocurrió fue darle
un poco de leche con una jeringa. Al ver que no dejaba de llorar, procedí a revisar si estaba lastimado. Para mi
horror el cachorro estaba cubierto de gusanos en la mayoría de su cuerpo, aun
recuerdo la escena y me parte el corazón.
Nunca
había visto algo igual y no podía dejar de pensar que lo habían abandonado
en ese estado, lo cual me deba muchas mas rabia. No es posible que la vida sea
de tan poco valor para algunas personas.
La idea de
que esos animales se estaban comiendo al cachorro me estresó demasiado y quería
que dejara de sufrir lo antes posible. Contacté con la veterinaria, y como todo
doctor me dio cita para dentro de una cuantas horas, las cuales no podía esperar.
Me dedique a quitarle los bichos durante las siguientes dos horas y me dirigí a
la clínica aunque no era el tiempo para la cita que me habían asignado.
Gracias a
Dios se le atendió y “ella”, por que es hembra, esta perfectamente bien y es un
amor. Hemos decidido conservarla en la familia y se llama NUBE.
Dicen que
si del cielo te caen limones aprendas a hacer limonada, en este caso descendió una
NUBE en mi patio y me ha cambiado la vida. Ahora sigue un largo camino de
conocimiento mutuo como en toda relación, mucho trabajo para educarle, soportar
sus travesuras, y descubrir como será, ya que no tenemos ni idea de que genes
tenga.
De momento
todos en casa estamos contentos con el nuevo integrante. Bueno, salvo nuestro
cachorro honorario que esta un poco celoso de su gran hallazgo.
Ya les iré
actualizando de los avances de esta historia.
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