miércoles, 27 de septiembre de 2017

Cigarettes et chocolat chaud...

Ayer vi la tercera película del Tour de Cine francés que han puesto en la cartelera local, se titula “Cigarettes et chocolat chaud”, la cual han traducido en México como “Una familia peculiar”.

Es una obra de la directora Sophie Reine, quien también escribió el guión de la película junto con Gladys Marciano. El reparto se encuentra integrado por Gustave Kervern , Camille Cottin, Héloïse Dugas , Fanie Zanini y Thomas Guy, entre otros.

La trama es sobre la familia Patars formada por tres miembros, papa y sus dos hijas, los cuales se encuentran en una dinámica de vida que resulta fuera de lo estipulado en el manual de familia perfecta, pero que hasta el momento les ha funcionado para sobrellevar la vida y disfrutarla. Este sistema poco convencional para el sistema social se ve amenazado por considerarse que pone en peligro el bienestar de las niñas, por lo que juntos intentan demostrar a una trabajadora social que deben permanecer unidos.


Nuevamente he quedado encantado con esta película, he reído sin parar de principio a fin. Dos cosas que hay que destacar de esta cinta, además del guión, son su banda sonora y la dirección artística.

Yo que soy un flipado con los soundtracks he quedado fascinado con el de esta película, ya que podemos escuchar música de Bowie (que es el favorito de los Patars) , The Dø, Shonen Knife, Milo Deering, Ange Fandoh & Stephane Huguenin, Jean Baptiste Clement, Antoine Renard, Hugh Cofman, Christopher Lewis, entre otros.

La dirección artística ha estado a cargo de Thomas Grézaud, quien ha explotado la temática hippy e infantil consiguiendo crear ambientes que parecen salidos de la mente del mismísimo David Bowie, los cuales se mezclan con los ambientes creados para la vida diaria de los protagonistas del mas puro estilo indie. El resultado es una estética que me ha parecido muy arty, divertida y que nos hace recordar en cada momento que esta es una historia de niños y de adultos que no han perdido su niño interior.

Otro punto destacable de esta cinta es que trata sobre una enfermedad de la cual se suele hacer mención en películas para generar situaciones cómicas pero hasta el momento nunca había visto una trama que mostrara una visión desde el punto de vista del paciente y su familia, me refiero al síndrome de Tourette. Este trastorno neurológico se caracteriza por la presencia de tics y movimientos involuntarios en la conducta de personas que lo padecen. Estás personas tienen que trabajar para poder controlar estos síntomas en su día a día y así poder tener una mejor calidad de vida. Siendo una película dotada de una enorme carga de positivismo, nos comunica que que estas personas pueden hacer frente a su situación con el amor de sus familias y una gran fuerza de voluntad.

La película es totalmente recomendable, a mi me ha encantado y estoy seguro de que se enamorarán de los Patars.

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