martes, 23 de mayo de 2017

Un recorrido por San Miguel de Allende

La semana pasada me lancé a San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, para asistir a la boda de dos de las personas que más quiero, y de paso aproveché a conocer este lugar que es de los rincones mas hermosos que tiene México.

San Miguel de Allende ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad bajo el título de “Villa Protectora de San Miguel el Grande y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco”, esto debido a la gran riqueza material e inmaterial que ha resultado de la mezcla de las civilizaciones Europea, Criolla e Indígena. A esta riqueza histórica se le suma la diversidad cultural actual que se desarrolla en la zona, convirtiéndola en un punto importante en la creación de arte y diseño.

He de confesar que no hice una gran labor de investigación previa y decidí conocer San Miguel a mi aire, recorriendo sus calles y dejado que me sorprendiera. Lo que sucedió fue esto último, dicho lugar me ha impresionado y  he quedado con muchas ganas de volver para intentar conocerlo mejor.

La ciudad se caracteriza por una hermosa arquitectura colonial, la cual ha sido aprovechada y adaptada para proporcionar al visitante las comodidades necesarias en la actualidad. Pero el encanto de las antiguas casas se ha respetado, complementándolo con hermosas piezas de arte y objetos de diseño contemporáneo.

Algunos de los elementos arquitectónicos que más llaman la atención son las puertas y ventanas de las casas, las cuales se pueden encontrar de diferentes estilos desde la madera tallada con elementos barrocos, hasta la herrería mas minimalista realizada por métodos industriales.



 Lo que más me ha cautivado han sido la gran cantidad de tiendas de artesanía, antigüedades, arte y diseño que hay en la ciudad. Cada uno de estos lugares es una caja de sorpresas, ya que se puede encontrar piezas para todos los estilos y bolsillos. Eso si, hay que estar preparados para todo tipo de precios.



Uno de los lugares que más me ha gustado ha sido “Fabrica La Aurora Centro de Arte y Diseño”. Lo que fuera una fabrica de textiles se ha convertido en un espacio en el que se pueden encontrar galerías de arte, tiendas de muebles y artículos de diseño, antigüedades, joyerías, tiendas de blancos y estudios-taller. El recorrido por este espacio es muy agradable y sorprendente, el problema es que uno se quiere llevar todo a casa.




   
      





Otro espacio que es muy agradable es el Centro Cultural Ignacio Ramirez El Nigromante, el cual se encuentra ubicado lo que un día fue “el Convento Real de la Concepción”, y donde hoy funciona la escuela de Arte y Artesanías del INBA. En este recinto se pueden apreciar murales de Eleonor Cohen, Pedro Martinez y David Alfaro Siqueiros (el cual es precioso, pero no dejan tomar fotos). También cuenta con salas para exposiciones temporales donde actualmente se puede ver “Imaginarios” del pintor cubano Carlos Rios, “Manos en el tabaco” del fotografo canadiense David Eisenberg y “Los apuntes sobre la naturaleza viva (basado en hechos reales)” del pintor cubano Ángel Ricardo Ríos.









Entre las tiendas que más me gustaron se encuentran :

Tao Studio Gallery, el cual es un hermoso lugar decorado con las creaciones del diseñador Miguel Arregui, quien además de creativo es encantador. Sus compañeras tambien son muy agradables y hacen una exelente labor explicando cada una de las hermosas piezas que conforman la colección.

Trinitate, talleres de artes y oficios, es una marca de objetos de barro que me han encantado. Puedes encontrar desde macetas hasta hermosas vajillas. También tienen tiendas en León, Guanajuato, Cd. de Mexico, Monterrey y Guadalajara.

Azul Cobalto Galería, en donde se pueden encontrar piezas de cerámica realizadas en el taller de Javier Servin, rescatando las técnicas de cerámica tradicional e innovando por medio del diseño. Además la atención es muy agradable.

Dôce-18 Concept House, en este lugar puedes encontrar puntos de ventas de diseñadores, cerámica, joyerías, librería, chocolatería, bares, galería, restaurantes gourmet y hasta floristería. Un lugar muy agradable para refrescarse un poco, disfrutar y recargar energías para seguir recorriendo la ciudad.

San Miguel de Allende ha sobrepasado mis expectativas y he disfrutado mucho de mi estancia, la cual ha resultado muy corta, por lo que espero volver pronto para recorrer nuevamente sus calles e intentar descubrir los secretos que se encuentran detrás de cada puerta y ventana de su hermosa arquitectura.









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