Historia de un sombrero

Me invitaron a un cumpleaños para el cual era requisito llevar un sombrero. Eso para mí no es ningún problema, ya que me encantan los sombreros, el gran dilema era ¿qué sombrero llevar a un cumpleaños?

Después de pensar en el tema, y a la insistencia de algunas personas para hacer mi propio sombrero, he decidido que pondría manos a la obra para crear un sombrero personalizado.

Surgieron muchas ideas, pero seamos realistas no soy experto en la manufactura de sombreros, y la mayoría de mis ideas requerían de una inversión en coste, pero sobre todo de tiempo.

Por todo esto opté por la opción de “customizar”. Tenía claro que  la opción era un sombrero de copa, una copa mediana me parecía la opción perfecta, no  me interesaba ser el sombrerero loco o the cat in the hat. Otro punto que tenia definido era que los elementos decorativos deberían ser luminiscentes, siempre hay que brillar con luz propia.

Tenía muchas ideas, pero lo que me preocupaba era conseguir los materiales necesarios para poder realizar el tuning. Inmediatamente inicie la búsqueda en internet sobre pinturas fluorescentes o luminiscentes, tendría que adaptarme a lo que ofrecía el marcado. Encontré varias opciones pero decidí probar con un producto de la marca Divermagic, el cual si se utiliza sobre plástico permite despegar y pegar el dibujo sobre otra superficie deseada, al menos es muy buena opción para hacer pruebas antes de realizar el dibujo definitivo.

Ya tenía las ideas y la lista de materiales a utilizar, ahora era solo cuestión de conseguir todos los elementos. Esta parte creo que ha sido la más fácil de todas. La pintura la vi en la web de los grandes almacenes que están en toda España (esos que ahora abren todos los días, hasta festivos), por lo que me dirigí al más cercano y compre una de las dos unidades que había en tienda.

Con pintura en mano me dirigí al Tiger más cercano para ver si encontraba algún elemento para utilizar en mi diseño. Al entrar en la tienda me tope con una pila de sombreros de copa mediana, de la medida de mi cabeza. No dude ni un segundo, tenia “el sombrero” en mis manos.  

Era el momento de iniciar el tuning. Dibuje con la pintura algunas estrellas sobre una lámina de plástico, las cuales una vez secas fueron despegadas del plástico y se fijaron al sombrero con pegamento en spray.

El diseño original fue modificado para simplificar el proceso de producción, ningún proyecto creativo está libre de cambios durante su ejecución, pero al final no quedo nada mal.